¿Qué es la innovación pública?
Una visión para motivar la reflexión y la acción colectiva
En los últimos años, el término ‘innovación pública’ ha empezado a utilizarse con más frecuencia para referirse a un campo emergente de conocimiento, acción y política pública. No existe una definición ampliamente compartida de este campo. En Colombia, en diferentes espacios y desde diferentes perspectivas, se han puesto en marcha conversaciones alrededor de la innovación pública que, con el paso del tiempo, están contribuyendo a identificar instancias de ‘innovación pública’ en la práctica y a motivar diferentes tipos de reflexión y acción colectiva.
Con el objetivo de contribuir e invitar a esta conversación, desde el Equipo de Innovación Pública (EiP) del Departamento Nacional de Planeación queremos compartir algunos de los resultados de un proceso continuo de aprendizaje y construcción de políticas públicas en el que hemos participado en los últimos años, conectado con la pregunta clave: ¿qué es la innovación pública?
1. Hemos descubierto que la pregunta por el propósito de la innovación pública resulta útil para convocar una conversación abierta sobre este campo.
Si partimos de tener acuerdos mínimos en cuanto al propósito, será posible deliberar y decidir colectivamente sobre los medios. Entonces, ¿cuál es el propósito de la innovación pública? ¿Para qué es?
En interacción con actores tanto locales, como regionales e internacionales, hemos identificado una respuesta concreta a la pregunta a esta pregunta que conecta a actores diversos y que invita a la acción: la innovación pública es la que responde a retos públicos. Por esto, la innovación pública va mucho más allá de la innovación en el sector público — a este punto volveremos más adelante.
Los retos públicos reflejan dolores colectivos, es decir, necesidades o problemas que son reconocidos y vividos por muchas personas, no solo por unas pocas.
Desde el EiP creemos que para definir y responder efectivamente a retos públicos es necesario centrarse en las personas que los viven, y lograr que sus voces, perspectivas y experiencias sean protagonistas, tanto en la comprensión del reto como en el diseño y ejecución de una respuesta. Este tipo de aproximación aumenta el potencial de alcanzar transformaciones genuinamente positivas y sostenibles en el tiempo, y contribuye a fortalecer la legitimidad del proceso de innovación.
Hay muchos ejemplos posibles de retos públicos, con diversas escalas de amplitud y complejidad. “¿Cómo podríamos construir una sociedad más equitativa?” es un ejemplo de reto público de gran amplitud y complejidad, aplicable a muchos contextos y dimensiones. Hay muchos otros ejemplos posibles de este tipo. ¿Cómo podríamos eliminar la corrupción? ¿Cómo podríamos mejorar la eficiencia del Estado?
Otros ejemplos tienen un carácter más concreto, anclado a un contexto: ¿Cómo podríamos proveer agua potable de forma sostenible en nuestro territorio? ¿Cómo podríamos mantener el aire limpio en nuestra ciudad? ¿Cómo podríamos ofrecer trámites ágiles y de calidad en nuestra entidad? Entre muchos otros… En la práctica, la definición de retos públicos depende de personas que los reconocen colectivamente.
Es importante notar que ahora contamos con un acuerdo histórico sobre una agenda de retos públicos a escala global. Son los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) o “Agenda 2030”, los cuales señalan metas concretas propuestas para ser alcanzadas hasta ese año, es decir, dentro de poco menos de 11 años. Colombia ha liderado la agenda de los ODS en el escenario internacional y fue uno de los primeros países en traducirla en políticas públicas a escala nacional.
Es importante aproximarse a los ODS de forma crítica y reflexionar sobre su sentido desde cada contexto, incluyendo desde cada territorio local. Al mismo tiempo, representan una agenda pública compartida globalmente que puede ayudar a coordinar y orientar esfuerzos de innovación alrededor de fines amplios, como la sostenibilidad y la equidad.
2. Si hacemos una apuesta por el para qué, ¿cuál sería la apuesta por el cómo? ¿Cómo ocurre la innovación pública en la práctica?
Segundo, también como parte de un proceso continuo de aprendizaje en el que hemos abordado la literatura de frontera en esta temática e interactuado con actores tanto locales como internacionales involucrados en iniciativas de innovación con propósito público, descubrimos que muchos “cómos” posibles para la innovación dependen de la adopción de enfoques de experimentación.
En los enfoques de experimentación se promueven procesos continuos de exploración de problemas, en los cuales se generan y prueban posibles soluciones para aprender qué funciona y qué no, sobre la base de evidencia.
En la medida en la experimentación se realice de forma iterativa, es decir, que no se experimente sólo una vez, sino que se siga experimentando sobre la base de los aprendizajes alcanzados, se aumenta el potencial de responder efectivamente a problemas complejos y cambiantes, y de llevar a escala soluciones que han funcionado localmente. La experimentación, entendida de esta forma — como la generación, prueba y adaptación continua de ideas en respuesta a problemas — es muy diferente a la improvisación.
En el ámbito de la innovación pública, hemos aprendido que la experimentación más robusta es la que se concibe como abierta: se trata de pasar de crear valor para las personas a crear valor con ellas, aprovechando la inteligencia colectiva y fortaleciendo la legitimidad democrática. Esta comprensión de apertura, que no se limita a la transparencia sino también que se extiende a la promoción de formas diversas de participación activa, resuena de cerca con la que se promueve desde el movimiento de gobierno abierto.
3. Si los enfoques de experimentación señalan un gran cómo, ¿cuál es el gran qué de la innovación pública? Es decir, ¿a qué conducen los procesos de innovación pública? ¿Cuáles son sus resultados?
Como toda otra innovación, la innovación pública se materializa en productos (bienes o servicios) o procesos, nuevos o mejorados.
Qué cuenta como “nuevo” o “mejorado” depende del contexto en el que opere la innovación en cuestión y, en especial, del punto de vista de las personas u organizaciones que viven el reto abordado en primer lugar. Esta es la definición más general de innovación a la que apunta la última edición del “Manual de Oslo” de la OCDE (2018), una referencia citada con mucha frecuencia para construir políticas públicas en este tipo de temáticas.
4. Esta apuesta por el para qué, el cómo, y el qué de la innovación pública implica que la innovación pública es mucho más que innovación en el sector público.
Esto es claro desde la definición orientada al propósito: no sólo el sector público responde a retos públicos. En la práctica, son actores diversos, provenientes también del sector privado, la sociedad civil, la academia y las organizaciones internacionales que interactúan entre sí para adelantar iniciativas de innovación pública. Estos actores, junto con sus recursos y contextos de operación, configuran un ecosistema en constante evolución. Para fortalecer la innovación pública es necesario reconocer este ecosistema diverso y orientar su acción colectiva hacia la resolución de retos públicos.
5. Finalmente, sobre la base de lo anterior, es posible visualizar relaciones entre la innovación pública y otros campos de innovación.
Tanto como podemos definir la innovación pública como aquella que responde a retos públicos, también es posible definir otros campos de innovación a partir de su propósito.
La innovación social podría concebirse como aquella que responde a retos sociales, ampliamente concebidos. Por su parte, la innovación del sector público podría entenderse como aquélla que se enfoca en abordar los retos propios de este sector (es decir, de las organizaciones estatales, en todos los niveles y ramas del poder). En la medida en que estos dos tipos de retos, los sociales y los del sector público, son también retos públicos, la innovación social y la innovación del sector público podrían verse como parte del campo de la innovación pública.
Finalmente, la innovación empresarial podría entenderse como aquella que responde a retos empresariales. Un ejemplo de innovación empresarial puede ser también un ejemplo de innovación pública, si el reto de innovación abordado por una empresa es también un reto público (un dolor colectivo que trasciende el ámbito privado).
Así, todos estos campos de innovación pueden entrecruzarse. Por ejemplo, puede haber innovación social empresarial, como en el caso de las empresas y emprendimientos de impacto social y ambiental.
Esto apenas es una pincelada sobre la riqueza conceptual que se revela cuando se examinan las relaciones entre estos campos.
6. Estas respuestas son una contribución a un campo en evolución.
Las anteriores no pretenden ser respuestas finales a las preguntas por qué es, cómo ocurre, en qué resulta y quiénes impulsan la innovación pública. Todo lo contrario: la intención es que representen contribución conceptual que resulta de un camino recorrido, que ha sido concebido para motivar la reflexión y la acción colectivas. Esperamos que puedan ser útiles como referencia en la conversación local e internacional sobre innovación pública y, en especial, en la construcción de políticas públicas en el campo de la innovación pública en Colombia y América Latina.
Equipo de Innovación Pública (EiP)
Departamento Nacional de Planeación (DNP)
Nota: este artículo fue producido por personas que prestan o prestaron sus servicios profesionales al DNP. No compromete en ningún sentido a la organización.
Visualizaciones: Natalia Rodríguez / Co-creación EiP.
Texto: Javier Guillot / Co-creación EiP.
GIF: Camilo Mayorquin / Co-creación EiP.
Julio — Septiembre 2019.